Nueva investigación: El discurso gerencial obstaculiza el alcance de las respuestas oficiales para prevenir las violencias de género y sexuales.

 

El Dr. Daniel Reyes-Lara ha llevado a cabo la investigación “Respuestas Institucionales a las Violencias de Género en la Universidad de Guadalajara”. Esta investigación recoge parte del bagaje del proyecto SeGRevUni. Asimismo, él también asistió a las jornadas de nuestro proyecto Aprendamos Juntas. Respuestas a las violencias sexuales y de género en las universidades catalanas y mexicanas, que organizamos en marzo del 2021, donde hablamos de las respuestas políticas de las universidades, la creación de redes y sensibilización, la intervención a partir de aprendizajes de campañas oficiales y activismo.

 

El Dr. Daniel Reyes-Lara presentó su trabajo en el marco de su Especialización en Estudios de Género en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Guadalajara, en México. En su estudio hace un Análisis Crítico del Discurso de documentos rectores de respuestas oficiales recientes hacia la violencia de género: la creación de la Defensoría de los Derechos Universitarios y la actualización del Plan de Desarrollo Institucional (PDI 2019-2025 visión 2030) con el objetivo de problematizar las potencialidades y los límites de las respuestas institucionales para la prevención, atención y sanción de los actos de violencia de género y sexuales en la Red Universitaria. El análisis destaca el papel de discurso gerencial como fundamento de la planeación institucional y su contradicción teórico-práctica pues aunque en teoría se asume como inclusivo y basado en la igualdad y oportunidad para todos, en la práctica se sostiene en la competitividad y la exclusión. Además destaca la poca relevancia puesta en el reconocimiento del carácter estructural de las desigualdades de género así como la falta de reconocimiento explícito de las personas no normativas o disidentes del sistema sexo-género. Menciona el riesgo de que la política de inclusión sea de carácter declarativo, pues no ofrece vías claras para su ejercicio, ni instrumentos para su evaluación. En las líneas estratégicas del plan, el alcance de la DDU queda circunscrito a la Difusión de la Cultura, y la rendición de cuentas se limita al número de actividades que promueven la cultura de paz y los derechos humanos de forma extracurricular, por lo que ofrece pocas posibilidades de medir y evaluar los avances en materia de prevención de las violencias. Finalmente, detecta la necesidad de hacer explícito el compromiso de la DDU con los derechos humanos de las mujeres y personas de la disidencia sexo-genérica, proponiendo que este campo normativo se aplique desde una perspectiva crítica, con la debida atención a los aportes del pensamiento feminista, de la perspectiva de género no binaria y de la interculturalidad. Es decir, sin universalismos o esencialismos binarios.